domingo, 27 de diciembre de 2015

ÍTACA


El clan dispersado.
Forjada la estirpe a golpe de abandonos.
Aquello que fuimos...
se quedó en el adorno.
La nostalgia me lleva a ver
la Ítaca de mi odisea,
cubierta por el mar tras el temblor de tierra
que sacudió sus  cimientos,
cuando los prelados de mi isla
pactaron sus alas y volaron lejos
pero lo suficientemente cerca
como para seguir sintiendo sus aleteos.





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